Comer o no comer, esa es la cuestión

El niño aumentó menos de lo esperado en estos 2 meses. Lo único que vio el pediatra fueron esos -x gramos, no escuchó que en estos 2 meses mi hijo desarrolló muchas cosas. Gatea, se para, se agarra de una sola mano, se suelta, aprendió a caer, ya no siento el TOC de su cabeza en el parquet cada vez que le pasa, ahora solo escucho silencio por unos segundos y enseguida las risas de seguir jugando. Va al jardin de infantes, juega 3 horas diarias sin parar, con mas niños y maestras solo para él. Prueba todo lo que le das, no importa si es dulce o salado, si es en pedacitos o en trozos que puede agarrar con su mano: todo eso quedó reducido a la pregunta: ¿come cena?.
Duerme 12 horas, durante las cuales toma teta cada vez que quiere. Eso tampoco me lo preguntó, ni yo se lo comenté, a esa altura.
Por los mocos del jardin hizo una otitis, no voy a entrar con mis palabras tecnicas, resumo en que luego de luchar contra mis muchos años de formacion, cedí y lo lleve al otorrino, para que confirmara que, nuevamente, mi intuicion de madre que estuve muy concentrada en escuchar, estuvo bien, y que su timpano se esta mejorando.
Tampoco lo escuchó y lo mandó a controlar de nuevo.
Ser madre nos pone a prueba de muchas cosas. Desde que supe que era varon, meses antes de que cualquier imagen nos lo confirmara, estoy aprendiendo que la intuicion y la conexion con el es hermosa y la guía que siempre necesité. Una prueba mas es encontrar un pediatra que nos acompañe en este camino. Que fortalezca las cosas buenas que tenemos juntos, y que nos guie en las que nos queda por descubrir. Uno que nos/me haga sentir bien, no uno que me deje tirada, cuestionada e insegura por varios días. Mientras ante mis ojos mi hijo no para de moverse, feliz, y de desarrollarse, hermoso. Si, caí en el cliché….que le voy’hacer…