Aprender por el camino difícil. ¿Porque ir por el trillo si podemos hacer uno nuevo? Y en eso estamos. Y estoy cansada y decepcionada, y triste, e ilusionada. Todo junto y varias veces al día.
Elegimos una familia de varios lados, un marido extranjero, una hijo mitad y mitad, y ahora la extranjera voy a ser yo.
Aprender un nuevo idioma, dejar atrás muchas cosas, renovar, soltar, empezar de nuevo y volver a elegir. Pero hay días que estoy triste, y que siento miedo, y cuando estoy sola es peor.
Y cuando, además, estoy cuidando a JM y me entran esos pensamientos de que no tengo la menor idea de como se cria a un niño, peor.
A veces me gustaría que fuera un cuento de hadas, donde todo termina lindo, comiendo perdices y fueron felices. Pero justamente lo que nadie te cuenta es que cuando el cuento acaba, la vida empieza. A lo mejor con perdices, a lo mejor con asado y ensalada rusa, o con fideos con queso. Y seguro con días de dudas, de rutina, de no saber que cocinar. La princesa despeinada y el príncipe con agujeros en los calzoncillos.
Te dejo una sorpresa en El gris de los Colores. Felicidades! http://elgrisdeloscolores.wordpress.com/2014/02/26/the-versatile-blogger-award/
UN saludo
Por cierto, me encanta lo de la princesa despeinada y el príncipe con agujeros en los calzoncillos. ¡Mucho más real y entrañable!
Mayca